lunes, 20 de julio de 2009

Pelo fantaseado

Estarse contemplando tus rizos contra el cielo unánime, tejiendo y destejiendo una red insorteable, inconstante y sólida. Podría definirse el verano en función de esa travesura de luz que lleva a cabo el sol con tus cabellos, los afluentes cabellos revoltosos, selva inconexa consigo misma fundada en las alturas. Estarse enmarañando en tu melena atardecida, reverdecida, mar en lo aéreo, caligrafía primera de tu cuerpo, cuando el tiempo se conforma con rozarte, temeroso de agostarse en tus meandros.

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